El doctor José María Balcázar Zelada, exvocal de la Corte Suprema de Justicia, afirmó en Chiclayo que “no son casuales las movidas contra Carhuancho y la Sala Penal Nacional que preside esa egregia juez superior Inés Villa Bonilla, a quien en su tiempo, Montesinos no pudo ‘comprar’”. 

Balcázar Zelada dijo esto en un post del Facebook, al emitir una opinión con respecto al reciente indulto concedido por el presidente Pedro Pablo Kuczynski al exdictador Alberto Fujimori. “Veo (en el Facebook) las fotos de varios condenados por mi Sala en la Corte Suprema: Montesinos, General De Bari Hermosa, Fiscal de la Nación Nélida Colán, vocal supremo Rodríguez Medrano, general Saucedo, los hermanos periodistas Wolfenson, Absalón Vásquez y otros más. No pagan la reparación civil como (tampoco) Fujimori”, señaló.

Refiriéndose a PPK, el exmagistrado señala que “tras el indulto, los medios de comunicación dicen que dejemos que los fiscales y jueces hagan su chamba, que administren el castigo que certera y justamente le deberá llegar al ‘traidor’. Desde luego tendrá que llegar para ver imponerle pena severa y ejemplar. Aunque debemos estar alertas, a las movidas del PJ para poner ‘jueces a la medida de los corruptos’ (no hay que permitir que el juez Carhuancho y la Sala Penal Nacional sean removidos con la tinterillada anunciada del Consejo Ejecutivo del PJ)”, reafirmó.

Antes de llegar a la Corte Suprema en el 2001, Balcázar Zelada fue vocal titular de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque. “Había llegado a la liga grande, donde las papas quemaban porque recién empezaban los procesos penales contra los altos funcionarios de la corrupción fujimorista. Cuando empecé a pisar fuerte los callos (detenciones), empezaron las amenazas, calumnias y difamaciones que me persiguen hasta hoy. Pero, sumando y restando, puedo decir que valió la pena enfrentarse a la ‘delincuencia de cuello blanco’ (no al ladrón de una gallina)”.

En primer plano, en un evento jurídico, junto con otros profesionales del Derecho. (Foto de portada: En el 2001, José María Balcázar Zelada con Hugo Sivina, Presidente de la Corte Suprema).

Sobre el indulto

El exjuez supremo escribió lo siguiente: “No soy anti-nada. Soy un ser racional, abogado y ex juez independiente; eso sí, sumamente curioso y objetivo. Me piden opinión acerca del indulto a Fujimori. Trataré de hacerlo desde mi cultura jurídica, sociológica y criminológica. Lo puramente legal lo dejamos para otro momento (pues, está analizado por muchos legos y profanos, a favor y en contra).

Veamos. Ahora, tras el negociado indulto a Fujimori, tenemos las declaraciones de Marcelo Odebrecht ante los fiscales peruanos, comprometiendo seriamente, no solo a PPK sino también a Keiko, Alan García, Ollanta y Toledo.

Las indignaciones y marchas contra el indulto nos parecen correctas, por tramposo y fraudulento. Los manifestantes han puesto en la picota a PPK, pero también han calateado todo el ‘sistema e ideología corrupta’: los políticos y empresarios comprometidos han trenzado sogas a medida de sus cuellos.

Nadie puede estar en desacuerdo que los asesinatos por los que fue condenado Fujimori, fueron crímenes tan alevosos que ninguna misericordia es posible. Por eso, las reacciones están llenas de sentimientos y congojas que nadie puede negarles estar haciéndolo debidamente; a menudo es una indignación llamada justicia. Por eso sé lo que hubiese sucedido si Fujimori no hubiese sido condenado. La ira hacia él era aplastante e incontrolable.

Según los entendidos, el impulso de la ‘venganza’ es una realidad y debe ser respetada. En los estados (como Perú que recuperaba la democracia) que querían ser gobernados por la justicia, esta urgencia tuvo que ser aplacada, canalizada a través del aparato de la justicia penal y calmada al ser colocada en manos de los jueces. E incluso, en tiempos de metástasis de corrupción, esta justicia debe continuar sin cobardías. Si reina la impunidad, la paz no puede ser restablecida. Así de simple”.

Precisó, asimismo, que “la facultad constitucional-discrecional de PPK para indultar no puede ser absoluta, ilícita, fraudulenta, a escondidas, bajo la mesa, negociada para favorecer al que la otorga, de toma y daca, etc.”.

El entonces vocal supremo Balcázar Zelada con los juristas Enrique Bacigalupo Zapater y Juan Bustos Ramírez en la Sala de Embajadores de la Corte Suprema (2001 – 2002).

¿Reconciliación?

“La ‘verdad’ es un paso importante. Pero para crear ‘paz’ deben darse también otros pasos. Lo más importante es que existe una necesidad de reconciliación. Pero este proceso tiene dos partes. Primero, es la cuestión de la ‘compensación’ de las víctimas; pues, determinar sólo la verdad y dar las excusas no son suficientes: el ofensor opulento volvería a su confortable hogar después de contar la verdad, mientras que el ex torturado o deudos de asesinados, regresarán como siempre a la miseria material. La segunda cuestión, tiene que ver con la ¿mediación’ que se establezca de verdad algún día (por otros actores).

Entonces: La gran pregunta es si es posible lograr la paz después de años de asesinatos, de torturas, desapariciones, violaciones y esterilizaciones forzadas (y hasta quizá serios intentos de genocidio). Por simple lógica no será posible, completamente. No lo será cuando los maridos han sido asesinados o desaparecidos, las mujeres violadas han sido dejadas con sus heridas y quizás también con hijos intencionalmente impuestos por los opresores y enemigos. ¡Ninguna reconciliación será posible cuando lo que hay detrás de las atrocidades son monstruos!”.

¿La historia se repite?

Balcázar Zelada revela que “cuando el Presidente de la Suprema quiso hacer conmigo, lo mismo que hoy se pretende hacer contra Carhuancho, la MPCH (Municipalidad Provincial de Chiclayo) de ese entonces sacó un rotundo y principista pronunciamiento público exigiendo que se me reponga de vocal supremo. Incluso el alcalde chiclayano, Arturo Castillo, viajó a entrevistarse con el presidente Hugo Sivina para mostrar la extrañeza del pueblo lambayecano. Sivina actuaba a pedido de los fujimoristas, pero ante tal alboroto chiclayano, tuvo que dar marcha atrás. Empero, los fujimoristas no cejaron de quejarme y acusarme en el Consejo Nacional de la Magistratura-CNM y en el Congreso, pero, de mi parte, más pudo la razón y la justicia.

Por esta experiencia puedo decir que no son casuales las movidas contra Carhuancho y la Sala Penal Nacional que preside esa egregia juez superior Inés Villa Bonilla, a quien en su tiempo, Montesinos no pudo ‘comprar’”, sentenció el exvocalsupremo. (N. de R.: Actualmente Arturo Castillo Chirinos es precandidato al Gobierno Regional por la agrupación de PPK) .

INFORMACIÓN TOMADA DEL PORTAL MIRAPORELLOS.COM