Horas después de haber padecido un cuadro de bronco-espasmo, causado por una hipersensibilidad bronquial, por lo que tuvo que ser llevada de emergencia a un hospital de Chiclayo, la cantante criolla Lucía de la Cruz, se presentó en la madrugada en el show que estaba programado para inaugurar una peña criolla local. 

No obstante, al parecer por la situación de emergencia por la que había atravesado, la artista no mostró las condiciones natas de su arte en el canto y el espectáculo en sí. Además, las notas del marco musical en algunos momentos la hicieron mostrar su molestia porque el registro de su voz no se acondicionaba a la música que se propalaba.

Así, en mucho del tiempo que estuvo en escena, desde las 2:00 de la mañana en que se presentó, hasta una hora después en que abandonó el local, Lucía de la Cruz tuvo que valerse del coro musical o de la ayuda del público que entonaba sus temas, sobre todo “Un pueblo llamado Chiclayo”, compuesto por el cantautor chiclayano José Escajadillo Farro.

Sin embargo, la artista inició agradeciendo a Dios porque en Chiclayo se estaban abriendo las puertas para la presentación de nuevos y viejos valores de la música nacional.

Al final de su estadía en la peña, le alcanzaron en la puerta una botella de champán, en una bolsa de plástico y un palo para que la rompiera inaugurando este centro de esparcimiento. Como no se rompía, la lanzó el suelo, ante el aplauso de los concurrentes y la felicitación de los propietarios del establecimiento.

Lucía de la Cruz había permanecido durante tres horas en el Hospital Las Mercedes, desde que descendió del avión que la trajo de Lima, adonde fue llevada por el cuadro indicado, al parecer por el aire acondicionado de la nave. El doctor Víctor Echeandía tuvo que nebulizar a la cantante para superar los problemas respiratorios que presentaba.

Se pensaba que la artista cancelaría su presentación, pero por el contrario estuvo en el escenario y anunció su regreso al mismo local en los próximos días e incluso al final del año.