Misteriosas e inexplicables formas luminosas, de color blanco, aparecieron de la nada en las paredes del Santuario del Divino Niño del Milagro, ubicado cerca de la playa de Ciudad Eten, considerada como la “Tercera ciudad eucarística del mundo”, 20 kilómetros al suroeste de Chiclayo. 

EXTRAÑAS FORMAS SE OBSERVAN DETRÁS DE LA IMAGEN DEL NIÑO, EN LA PARED DONDE SE UBICA SIEMPRE EL ANDA QUE LO PORTA.

PARTE DEL SANTUARIO DEL DIVINO NIÑO DEL MILAGRO.

Justo en el muro donde delante es ubicada la imagen del pequeño Jesús, se observa al niño con su corona y hostia, el perfil de una persona, nubes y rayos; uno de los cuales cae al centro de donde se encuentra el pequeño Jesús.

Según el presidente del Comité Multisectorial, Carlos Velásquez Puican, el anda que tiene una hostia gigante donde siempre se ubica el Niño, fue desarmada el viernes pasado para su mantenimiento y la figura del pequeño había sido colocada en el ara de sacrificio.

Al promediar las 3:00 de la tarde del domingo, hora que según la historia murió Jesucristo, los feligreses que habían acudido a rezar, observaron que en las paredes empezaron a aparecer imágenes, sobre todo en el muro que está detrás de donde se encontraba el anda, una de ellas del Niño.

La noticia comenzó a circular por toda la ciudad y el departamento de Lambayeque y muchos fieles se fueron congregando en la zona donde en julio de 1649 el Niño Jesús se hizo presente dos veces en la hostia consagrada.

EN UNO DE LOS MURALES TAMBIÉN SE OBSERVAN RAYOS LUMINOSOS DE COLOR BLANCO, QUE APARECIERON DE LA NADA.

MUCHOS FELIGRESES SE CONGREGARON AL CONOCER LA NOTICIA.

"Es una obra artística"

Eduardo Zarpán, un reconocido pintor de murales de Ciudad Eten, afirmó que estas manchas son formas naturales que se han producido dentro de todo el templo; “son formas de una degradación tonal, incluso en la forma del niño que se observa en el lugar donde está la imagen 

Señaló que aquí no puede decirse que ha habido la mano de alguna persona, porque esto que se ve son formas naturales. “Si hoy traslado estas formas a un lienzo, voy a encontrar que es un niño que está tratando de caminar, de salir”, dijo.

Zarpán, quien también ha pintado algunos cuadros religiosos en el Santuario del Divino Niño del Milagro, llegó al lugar tres horas después de divulgarse la noticia de la aparición de estas formas, ocurrida a eso de las 3:00 de la tarde.

Como artista plástico, sentenció que esta es una obra artística; pero a la vez asombrosa por el sentido religioso con el que se le da. “Si capto una mancha, la interpreto, sé lo que es; y si la traslado a un lienzo, le doy la forma”.

Remarcó que "estas manifestaciones pueden interpretarse como algo que quiere decirnos el Niño, con el fin de reafirmar nuestro amor a Dios".

PINTOR EDUARDO ZARPÁN.

OTRO DETALLE DE LAS IMÁGENES.

La primera interpretación que hace de estas formas es que en la parte posterior, en el muro, donde descansa la imagen del Divino Niño del Milagro, se puede ver un niño de perfil, con las manos hacia arriba, levantándolas y como queriendo caminar. También se ve que el niño está recostado en lo que pareciera el pedestal de la cruz de un templo. La imagen en este caso se ve un poco deformada. Alrededor de esa imagen, que es eje principal de toda esa composición, se observa que se han formado nubes y saliendo de ese cuadro también se ven ese tipo de nubes.

En el fondo hay unas pinturas que hace años elaboró Eduardo Zarpán y allí se observan hasta tres veladuras blancas, como si fueran rayos naturales. "Pareciera que algo ha sucedido dentro de todo el santuario, porque se siente esa presencia de iluminación espontánea en diversos puntos de las paredes del templo, por diversos lados de los muros”, dice.

Incluso donde hay un "Jesús adulto", que Zarpán lo llamó así cuando hace años con su promoción de Bellas Artes de Trujillo pintaron esos murales, se ve la forma de un rostro de perfil, con su corona.

"Pero viéndolo todo de una forma completa, se siente que todas esas formas son naturales, fáciles de captar y fáciles de interpretar. Si nos vamos a la segunda aparición del Divino Niño, que sucedió el año 1649, un 22 de julio, los testimonios de los sacerdotes dicen que apareció un niño de perfil. Si lo trasladamos a este momento, el personaje plasmado está de perfil, con las manos hacia adelante".