“Cuando se instituye la Universidad Señor de Sipán, se reivindicó la presencia de un ilustre peruano que jamás habíamos pensado que existía. Pero estaba allí, en el fondo de la tierra, esperando que tengamos ese privilegio de traerlo al presente”. Lo afirmó Walter Alva Alva, arqueólogo descubridor del ilustre personaje Mochica, tras recibir el grado de Doctor Honoris Causa, en una ceremonia en la que esa casa de estudios superiores celebró sus 17 años.

WALTER ALVA EN SU CÁTEDRA DISCURSO EN LA USS LUEGO DE RECIBIR EL GRADO DOCTOR HONORIS CAUSA, DE MANOS DEL RECTOR, RÓGER PINGO. EN LA FOTO DE PORTADA, EN PLENO JURAMENTO.

AUTORIDADES DE LA USS Y EL EMBAJADOR DE COSTA RICA EN EL PERÚ.

INVITADOS A LA CEREMONIA.
“El Señor de Sipán ha vuelto después de 1,700 años de reposo, para cobrar nuevamente vigencia en el mundo contemporáneo, como una expresión de nuestra identidad, de nuestra raza y de nuestra historia”, remarcó en su discurso de agradecimiento.
Añadió que el verdadero gesto de reivindicación fue que un centro de estudios superiores asumiera el nombre de este personaje. “Ese era el verdadero momento en que estábamos reconociendo este simbólico acto de resucitar del pasado un personaje”, sentenció.
Se preguntó: ¿Quién fue el Señor de Sipán?
Recordó que cuando el pequeño equipo de arqueólogos que le tocó asumir salvó del saqueo y la destrucción la tumba intacta del Señor de Sipán, no estaba develando un conjunto extraordinario de joyas, emblemas, atuendos y otros rituales que eran la expresión de su autoridad terrena. “Estábamos trayendo al presente un personaje. Esta es la verdadera razón por la que la universidad lleva este nombre. Esta es la verdadera razón por la que el Señor de Sipán es conocido como un personaje histórico”, remarcó.
Más adelante reflexionó sobre antes de salvar este tesoro cultural del Perú, antes de rescatar del anonimato este personaje en sus restos mortales, preguntándose ¿qué era la cultura Mochica? Respondió que un conjunto de bienes culturales, como se les llama, de obras de arte, de vasijas, monumentos, dejados por un pueblo extraordinario, que tuvo el mérito de vencer al desierto y crear una portentosa cultura.
“El verdadero mérito de los Mochicas es ese: desarrollar una tecnología que hasta hoy sigue sirviendo a los peruanos. Todos los sistemas de riego de la costa peruana, se basan en la irrigación de la época Mochica; todo el arte maravilloso y expresivo, tiene su punto de origen en la cultura Mochica. Los Mochicas desarrollaron ciencia, tecnología y un arte clásico, que es hoy el ejemplo de muchas civilizaciones del mundo. Y a nosotros nos tocó el privilegio de traer al presente a uno de esos gobernantes. De no hacerlo, hoy seguiríamos pensando que los Mochicas solo supieron hacer cerámica; que solo desarrollaron el arte; y seguiríamos hablando de una prehistoria; es decir, de una época en que no se conocían personajes”, manifestó.
Siguiendo con su cátedra, en la que se constituyó su discurso, afirmó que más allá de los Incas, se hablaba de caciques, de curacas, de señores étnicos, “hasta que al fin tuvimos el privilegio, la suerte y asumimos la responsabilidad de salvar esta tumba intacta, que nos ha brindado un aporte para conocer la historia maravillosa de este pueblo. Y también nos brindó la oportunidad de traer del anonimato, más allá de las imágenes plasmadas en la cerámica, en la iconografía, la presencia de un hombre que simboliza esta cultura, hoy frente al mundo”.
Afirmó, asimismo, que antes del Señor de Sipán no teníamos en el Perú un gobernante a quien rendirle culto. Hoy, tenemos en el centro del Museo Tumbas Reales de Sipán lo más preciado, no los tesoros, no los objetos de oro, sino los restos morales que simbolizan la presencia humana de este personaje que supo gobernar a su pueblo, que lo manejó según los principios que ellos desarrollaron: los conceptos del dualismo y la complementariedad; esa maravillosa filosofía que nos acerca a los conceptos dialécticos de la civilización occidental; esa maravillosa tecnología que logró avanzar en el campo de la metalurgia, para desarrollar no armas para la guerra, sino ornamentos, emblemas y herramientas para la agricultura; ese pueblo maravilloso que supo construir kilómetro tras kilómetro de canales para llevar al desierto el agua que baja de las montañas. Ese pueblo tuvo una estructura social y política en cuya cúspide se encontraba un hombre que manejaba el poder, el conocimiento y la sabiduría, dijo.
Walter Alva manifestó que humildemente recibía este reconocimiento, por haber tenido la oportunidad de develarlo para el mundo, de presentarlo y de difundirlo. “Pero la universidad también me confiere hoy la responsabilidad de continuar en esta tarea. Sipán no ha terminado con el museo, que es solo una expresión, un recinto donde debemos presentar todo este conocimiento; pero también nos queda la inmensa tarea de proteger, conservar, investigar. Y para eso está también esta casa de estudios que difunde el conocimiento. A partir de hoy me siento parte de esta casa y de este compromiso de continuar en la tarea de difundir e investigar”.
Finalmente, Alva agradeció a la presidenta de la Junta General de Accionistas de la Universidad Señor de Sipán, Carmen Rosa Núñez Campos y al rector, Roger Pingo Jara, por este reconocimiento que, dijo, había sido largamente esperado por él.

WALTER ALVA Y RÓGER PINGO.

- LAMBAYEQUE Y LA CULTURA
Por su parte, el rector de la USS, Pingo Jara formuló especial agradecimiento al embajador de Costa Rica en el Perú, Melvin Alfredo Sáenz Biolley, presente en el acto y saludó a estudiantes de diversos países que realizan intercambio cultural con esta universidad, así como a empresarios y comunidad académica.
Remarcó que “la USS está enmarcada dentro del enfoque de la sostenibilidad y la sustentabilidad y su proyección para aportar a una mayor inclusión social; entender cómo nos conectamos a esa filosofía de vida, cómo respetamos el medio ambiente y cómo mejoramos la cultura y la economía.
Afirmó, asimismo, que "la cultura es el eje transversal que podría hacer crecer a nuestra región y el país", al anunciar la realización del proyecto de la marca país y especialmente para la Región Lambayeque, con el fin de que la USS lo asuma y la región Lambayeque pueda conectarse con el mundo en todo nivel. Puso como ejemplo a Medellín, Colombia, donde el 5% del PBI lo genera la cultura; y en Buenos Aires el 10% del PBI lo genera la cultura. Nuestra Región Lambayeque tiene ese potencial y es una oportunidad también para que la USS se conecte con el mundo, dijo.
El acto fue cerrado con el brindis a cargo de la presidenta de la Junta de Accionistas, Rosa Núñez, quien agradeció a las autoridades, elementos representativos de Lambayeque y a toda la comunidad universitaria por su constante compromiso con esta universidad. Asimismo, señaló que “la educación constituye nuestra mejor esperanza, la transformación de la educación es el mejor puente hacia un futuro mejor.