En Ciudad Eten, llamada la “Tercera Ciudad Eucarística del Mundo”, se recuerda hoy la primera aparición del Divino Niño en el Santísimo Sacramento, ocurrida la noche del 2 de junio de 1649, durante la oración de las vísperas y la exposición solemne en honor a la fiesta del Corpus Domini.  

Para tal conmemoración, el párroco del distrito ubicado a 20 kilómetros al suroeste de Chiclayo, padre Eleuterio Vásquez Gonzáles, anunció la celebración de una misa a las 5:00 de la tarde, en el templo de Santa María Magdalena, en pleno parque de la ciudad.

Los jóvenes de Ciudad Eten cargando el anda del Divino Niño.

SAGRADA HISTORIA

Hace 367 años, concluida la ceremonia religiosa, el fraile franciscano, Jèrome de Silva Manrique, estaba reservando la Custodia en el tabernáculo cuando de pronto se detuvo. En la Hostia había aparecido un rostro resplandeciente de un Niño. Estaba rodeado de rizos castaños que caían sobre sus hombros. Todos los fieles pudieron ver lo mismo.

La segunda aparición se verificó algunos días después, el 22 de julio, durante los festejos en honor a Santa María Magdalena, patrona de la ciudad.

Según el testimonio de Fray Marco López, superior del convento de Chiclayo, durante la exposición del Santísimo Sacramento “el Divino Niño Jesús apareció nuevamente en la Hostia, vestido de una túnica de color morado. Debajo de ésta tenía una camisa que llegaba a la mitad del pecho, según la usanza de los indios”.

A través de este signo, el Divino Niño quería identificarse con los habitantes mochicas de Eten para demostrarles su amor.

Durante esta aparición, que duró unos 15 minutos, muchos vieron que en la Hostia aparecían tres pequeños corazones blancos, unidos entre sí, simbolizando las tres Personas de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, presentes en la Hostia consagrada.

Aún hoy, la fiesta en honor al Milagroso Niño de Eten continúa convocando cada año a miles de fieles, quienes concurren hasta Ciudad Eten en agradecimiento a los numerosos milagros que el Niño Jesús les ha concedido.

Hace pocos días y con ocasión del Corpus Christi, la imagen del Divino Niño acompañó la custodia donde se porta la hostia consagrada, en procesión encabezada por el párroco Vásquez Gonzáles.

El alcalde del distrito, Germán Puican, acompañando la procesión del Corpus Christi.

Padre Lute, nutriendo la fe católica de los pobladores etenanos.