El 2005 los Humedales de Ciudad Eten contaban con 1377 hectáreas. Nueve años después, para agosto del 2014 solo quedaban 264 y hoy son menos de 200. Pero aún pueden recuperarse, a pesar que ya se ha puesto en peligro más de 200 especies de aves, vegetales, peces y crustáceos y unas 51 especies de diverso tipo de fitoplancton.
CAMINO MUSICALIZADO

Parto por el bordo del río rumbo al mar. Al amanecer, centenares de garzas se disparan al aire en bandada desde gigantescos algarrobos. Por donde camino, me adelanta un rebaño de cuatro vacas y un ternero. Lo conduce un campesino que monta un burro. A mi derecha un grupo de pájaros, cuya especie desconozco, beben en el hilo de agua que lleva el río; o se acicalan. Por allí otro campesino atraviesa unos totorales cuya altura, incluido el jumento que lo lleva, es por lo menos el triple de ambos. Ya llevo una hora de camino y el Sol reverbera. Me encuentro una vasta extensión de alfalfa ya crecida. Más allá, sembríos de camote. Más allá sólo surcos secos. Todo el camino es musicalizado. Algunos pájaros trinan, chillan, silban. Algunos pareciera que aplauden. No sé si el sonido proviene del pico o de las alas. Se escuchan cerca o lejos, pero el son me sigue. Algunas aves me asustan cuando abandonan despavoridas sus madrigueras arbóreas. O, desde lo alto de alguna rama me miran extrañadas y emprenden vuelo; indiferentes a mi manera de espantar mosquitos o zancudos que en mi se posan. A lo lejos, un rebuzno. Me topo con una muralla verde. Me alcanza hasta el cuello. Me impide seguir. Trato de abrirme paso. Algunos arbustos son espinosos, uña de gato. Llego a un páramo y luego al Humedal. 

Los agricultores llevan su ganado a pacer en los pocos pastos y agua que quedan de los Humedales.

Una década de degradación

Un Humedal es un ecosistema de aguas subterráneas a muy poca profundidad, que brotan o ascienden a la superficie en períodos determinados, formando lagunas y pantanos hasta donde llegan a vivir cientos de especies.

Los Humedales en la desembocadura del río Reque, se han venido consolidando desde la década del 70, con una alta riqueza biológica, donde ocurren aves migratorias y residentes, importantes desde el punto de vista ecoturístico. Recursos vegetales como la totora, fueron explotados, observándose una creciente actividad productiva a través de cultivos agrícolas.

Pero el ecosistema de los Humedales de Eten se ha degradado por la contaminación de residuos sólidos y aguas residuales domésticas; contaminación sonora, del acuífero y reducción del área por la construcción de viviendas de quincha o adobe y actividad agrícola.

Además de haber sido descuidado por la inercia de las autoridades regionales y municipales desde hace una década, los Humedales se vieron invadidos por agricultores y pobladores. Es más. Desde la municipalidad, en la gestión anterior, se promovió la lotización y venta de 5.35 hectáreas del suroeste de Ciudad Eten, muy cerca del santuario del Niño del Milagro.

Hace diez años, el 2005 el Gobierno Regional de Lambayeque instaló la Comisión Multisectorial del Área Ecológica de Interés Regional y emitió la Ordenanza 004-2005, por la que se declararon como Área Ecológica de Interés Regional 1,377 hectáreas en Ciudad Eten, Puerto Eten y Monsefú.

Pasaron los años y todo quedó en el papel. Siete años después, en enero del 2012, el presidente regional, Humberto Acuña, pidió al Ministerio del Ambiente declarar zona de reserva natural los Humedales de Eten. “…son de vital importancia para nuestra región porque nos permitirá desarrollar el turismo y contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente”, publicó la web de esa repartición.

El 22 de octubre de ese año, el Consejo de Coordinación del Sistema Regional de Áreas de Conservación de Lambayeque-SIRACL, evaluó el proyecto “Zonificación para la Selección de Áreas Prioritarias para la Conservación de Tumbes y Lambayeque”, a cargo del Centro de Datos para la Conservación-Universidad Agraria La Molina, Lima. Sin embargo, hubo dos áreas no identificadas como prioritarias: los Humedales de Eten y la playa Media Luna, “por estar más asociadas a sistemas marino costeros, que requieren otra aproximación”, indicaron.

El año pasado, en setiembre, el director de Recursos Naturales del Gobierno Regional de Lambayeque, Regis Reyes Gonzales, anunció que en diciembre se aprobaría el expediente técnico del área de Conservación Regional de los Humedales de Ciudad Eten, pedido formulado por el Gobierno Regional al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado–SERNANP.

En efecto, este expediente fue actualizado por el biólogo Eduardo Tejada Sánchez. En 235.07 hectáreas se establecen tres áreas: de recuperación, de uso directo y de turismo y recreación.

Hace un par de semanas, un año después de tal aprobación, en la Gerencia Regional de Recursos Naturales, se me informó que el SERNANP y el Ministerio del Ambiente revisarían de nuevo el expediente técnico. Al parecer Petroperú también está interesado en los Humedales, para la exploración petrolera cerca a la bocana, entre el río y el mar.

Así, ahora ya no son las 260 hectáreas que hasta el año pasado quedaban. Tampoco las 235 actualizadas. Son menos de 200. A pesar de todo, aún pueden rescatarse para que la zona no solo se convierta en un centro ecológico y turístico, sino que permita servir de soporte al ecosistema regional.

Hasta el año pasado, los estudiosos de los Humedales de Ciudad Eten habían registrado 153 especies de aves, 38 especies vegetales y 9 de peces; aparte de las del fitoplancton. Podrían desaparecer si no se actúa de inmediato.

Juncales de más de tres metros de altura, en el camino a los Humedales de Ciudad Eten..

Juncos y totorales

A lo largo del camino, observo grandes manchas de juncos y totorales. Una lagartija me detiene. Inmóvil, espera que la fotografíe. La cámara le cumple. De nuevo emprendo la caminata. De nuevo otro páramo; un riachuelo profundo, que salto; un área cultivada. Aquí me recibe una jauría de perros. Ladran con fuerza buscando espantarme. Gracias a Dios estoy curado contra los ladridos. Trato de llamar a la calma a mis ocasionales adversarios. Sus dueños, un padre y sus hijos han cruzado el río, desde Monsefú hacia esa zona de Ciudad Eten. Dentro del Humedal, cultivan camote. El área se ve bien trabajada. Con una motobomba extraen agua del subsuelo. También allí pacen una decena de reses. Me advierten que por allí no puedo seguir. Me atrapará lo copioso de los juncales y toda la bocana. Me indican otra dirección, hasta donde vea una palmera, que me llevará al mar. Vuelvo el camino recorrido. Esta vez ya no salto el riachuelo. Descalzo lo cruzo. En medio de los totorales observo cómo con represas rudimentarias se busca desviar algunas aguas.

Diversidad ornitológica

La bióloga María Natividad Reque Neciosup es una profesional nacida en Ciudad Eten que el 2008 llamó la atención sobre los Humedales. Su estudio “Diversidad ornitológica en Humedales La Bocana-Ciudad Eten, Chiclayo, Perú” señala que esta zona alberga un importante número de aves costeras y silvestres, residentes y migratorias, procedentes de países del Sur, de las islas y de los andes del Perú. Sin embargo se ven amenazadas por el incremento de las actividades humanas: drenaje de aguas para fines agrícolas, caza excesiva, eliminación de desechos orgánicos y desmonte, insecticidas y fertilizantes, pastoreo de ganado, extracción de junco y totora, entre otros.

Recuerda que de abril 2002 a marzo 2003 se realizó el censo de aves en los Humedales. Se buscaba contar con un registro de especies para iniciar proyectos que protejan y conserven estos ecosistemas, así como el aprovechamiento sostenible y sustentable de sus recursos. Informó la cantidad de especies de fauna y flora encontradas, de las actividades humanas en el lugar y de los problemas de conservación.

Desde el 2004 en que llegó al Colegio Pedro Ruiz Gallo, en Ciudad Eten, la profesora Ninfa María Idrogo Cubas buscó fortalecer la identidad del distrito. El 2012 trabajó el proyecto de innovación pedagógica “Promotores Escolares de Turismo”. Con sus alumnos desarrolló el proyecto “Protegiendo el ecosistema marino”. Publicó trípticos, diversos trabajos al respecto, y organizó marchas para llamar la atención sobre los Humedales.

Ninfa Idrogo revela que es posible que los invasores de los Humedales y los que han comprado tierras en esta área tengan tuberías subterráneas para extraer agua del subsuelo. En la página del Facebook “Promotores Escolares en Turismo”, publicó un mapa de la Zona Registral de la SUNARP. Se observa un anexo gráfico de las superposiciones parciales de terrenos de personas particulares en el Humedal, propiciadas por el mismo Ministerio de Agricultura.

En la foto de portada se observa esta maravilla acuífera, a la que las aves se ven obligadas a descender. Decenas de especies se presentan a diario.

Entre el Humedal y el mar

A lo lejos diviso el mar. A la izquierda del río, hacia Eten, toda la plenitud de los Humedales. Y de nuevo escucho el ambiente musicalizado por aves de todo tipo. A los zambullidores, piqueros y patos, se suman centenares de pelícanos y gaviotas. Pese a que han trascurrido más de cuatro horas, me falta mucho por caminar. A las 10:30 de la mañana piso la arena marina. De allí enrumbo hacia el norte. Voy entre la orilla del océano, en el oeste y los rezagos del humedal y del mar, en el este. Los cánticos y graznidos continúan. El aletear de las aves también. Más cuando me acerco. En mancha alzan vuelo y me brindan un ballet aéreo para decolar una vez que he cruzado. Las piedras de la playa son otra belleza. El agua marina ha pintado figuras y colores caprichosos. Muy a lo lejos, a pocos metros de la playa, sobresale lo que aún queda en pie de uno de los antiguos templos del Niño del Milagro. Hacia allá voy, Casi al mediodía llego al Santuario del Divino Niño. Ya no doy más. Retorno a Ciudad Eten, con la lengua afuera y la satisfacción de haber sido un testigo fiel, con fotografías incluidas, de la belleza natural que está a punto de desaparecer.

* Artículo publicado el domingo 29 de noviembre del 2015 en el Suplemento Dominical del diario La Industria, de Chiclayo

suplemento0 dominical del diario la industria de chiclayo. 29.11.2015